¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Según la Real Academia de la Lengua Española, la definición de miedo, es la siguiente:

Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.

Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

Se puede afirmar que el miedo es la peor de las emociones negativas, porque nos resta capacidad y energía, empequeñece nuestra actitud ante la Vida, y lo peor es que puede ser contagioso para las personas con las que nos relacionamos. Afecta por lo tanto a nuestros proyectos y es el principal motivo por el que la sociedad aún no ha alcanzado su máximo potencial.

Todo tiene su lado positivo, y en este caso, el miedo que nos hace actuar para evitar peligros evidentes, sería su manifestación positiva.

Del miedo emanan otras emociones negativas, como la envidia (miedo a que los demás sean mejores), el odio (miedo a que no nos aprecien o nos hagan daño), tristeza (miedo por la desconexión de nuestro entorno y de nosotros mismos), depresión (miedo a las circunstancias, a los demás, a uno mismo), sufrimiento (miedo a no superar una situación), etc.

Cuando los ojos están desbloqueados, el resultado es Visión.
Cuando la mente está desbloqueda, el resultado es la Sabiduría.
Y cuando el espíritu está desbloqueado, el resultado es el Amor, la Felicidad.

Proverbio chino

El miedo nos bloquea, nos paraliza. Hace que la realidad que vivimos la veamos de un modo distorsionado. Un par de ejemplos de actitudes supeditadas al miedo: abandonamos la idea de realizar ese viaje a un lugar lejano que nos gustaría conocer porque nos aterra que nos pueda pasar algo; no iniciamos conversación con una persona que nos gusta por miedo al rechazo; no comenzamos un proyecto o un negocio por miedo a que no salga bien…

Superar nuestros miedos abre la posibilidad de conseguir grandes hazañas.

No nos permite correr supuestos «riesgos» y nos paraliza a la hora de abandonar las viejas costumbres y comenzar nuevos proyectos. Nos limita bloqueando nuestro potencial y aislándonos de muchas oportunidades y posibilidades. Hace que prefiramos el nido antes que volar… El miedo nos resulta familiar, mientras que la felicidad, no tanto.

Curiosamente, este sentimiento negativo se aprende, no es innato. Está establecido en la memoria que forma nuestra experiencia. Y la  experiencia está sobrevalorada. Hago esta afirmación teniendo en cuenta que no siempre juega a nuestro favor. Nuestros esquemas mentales y nuestra actitud dependen en gran medida de cómo gestionamos nuestra experiencia.

Por ejemplo, si manejamos en nuestra mente de forma inadecuada un suceso negativo que hayamos vivido, se guardará de tal modo que hará que la próxima vez ante un acontecimiento similar sintamos miedo. Una gestión adecuada en nuestra mente de ese recuerdo, nos permitirá crear una experiencia que evite proyectar lo malo de la antigua situación a una nueva, evitando así el miedo en el presente y que se haga extensivo al futuro.

El miedo también puede venir por culpa de información incompleta, deficiente o alterada que apunta hacia datos negativos. Por ello es sumamente importante informarse bien y buscar en diversas fuentes independientes, aunque la mejor forma de adquirir una opinión justa y relevante para uno mismo, será experimentar en primera persona.

No siempre somos conscientes de cuándo actuamos guiados por el miedo. La forma de saber con certeza si estamos siendo guiados por él, será fijarnos en situaciones en las que tenemos que tomar una decisión o adoptar una actitud. Sentir angustia, dudas, quedarse bloqueado, no reaccionar, no pensar con claridad y actitudes similares, son signos que indican que muy probablemente, estamos siendo víctimas del miedo. Debemos tener en cuenta que el miedo siempre nos limitará, recortando nuestro potencial y minando nuestra actitud. El miedo siempre provocará dolor de un modo u otro.

Es posible actuar a pesar del miedo. La valentía no significa no tener miedo, sino actuar a pesar de tenerlo. Es necesario actuar con valentía. Actuando, nos liberamos del miedo. Debemos confiar en nuestras posibilidades, y sobre todo, en nosotros mismos. Es un «circulo virtuoso»: Al actuar, vencemos al miedo; venciendo al miedo, seguimos actuando con más energía, por lo que seguimos venciendo al miedo… Y así sucesivamente.

Confiar en nosotros mismos aplicando una sana autoestima, amor propio, también es una receta básica para superar el miedo. El miedo alimenta a nuestro «enemigo interno», esa parte de nosotros que nos sabotea cuando tiene ocasión. El Amor, alimenta nuestra auténtica esencia y nos permite superar cualquier circunstancia. El Amor es lo contrario al miedo.

Amarnos a nosotros mismos (autoestima), amar a los demás (querer, apreciar), amar la Vida… con toda probabilidad, nos hará actuar motivados y con fe, por lo tanto, hará que los miedos se disipen. Porque actuaremos desde la Confianza y desde el Corazón.

Sólo superando los miedos, podremos vivir la Vida de la manera más intensa posible, porque seremos valientes, confiaremos en nuestras posibilidades y en las que la Vida nos ofrece. Podremos manifestar mejores versiones de nosotros mismos, abordaremos todo tipo de proyectos personales y de grupo, y lo mejor es que podremos «contagiar» a los demás de esta energía positiva, de esta ausencia de miedo.

El siguiente vídeo muestra cómo nos influye el miedo y lo importante que es superarlo para lograr lo que nos propongamos.

El mundo es de los valientes.

El hombre y las… ¿bestias?

Tenemos una idea muy concreta del comportamiento de los animales salvajes. Y no es un prejuicio gratuito. Por ejemplo, en el caso de los leones, podemos imaginar nítidamente qué pasaría si nos encontrásemos con uno en la selva.

Pero, ¿qué pasaría si cambiáramos este paradigma de miedo hacia estos animales, y, por lo tanto, cambiáramos también nuestra actitud hacia ellos?

La respuesta la tiene Kevin Richardson, adiestrador de animales salvajes. Este hombre cría y entrena algunos de los animales más peligrosos que existen. Su método: tratarlos con RespetoComprensión, Confianza y Amor. Kevin explica que su técnica de interacción se basa en más de diez años de estudio del comportamiento de los animales.

Con esta extraordinaria metodología de adiestramiento y formación, ha hecho cosas impresionantes con estos, en teoría, fieros animales: dormir, nadar, besar a leones, caricias a  hienas, etc.

Después de rodar en el 2005 la película «White Lion: Home is a Journey» (León Blanco: el hogar es una travesía), Kevin sintió tanto afecto por los 40 leones que intervinieron en su documental, que les ha construido en las afueras de Johannesburgo una especie de santuario de 1.800 acres para su preservación. También pretende hacer al mundo consciente del riesgo de extinción de esta especie.

Kevin convive con los leones. Juega, corre e incluso duerme con ellos, como si fuera uno más de la manada. Los leones han aprendido a aceptarlo. Esta aceptación ha sido el resultado de la confianza y el respeto mutuos. Sin importar su edad, los leones le muestran su cariño a través de mimos y abrazos, como podéis ver en el vídeo que he puesto a continuación, el cual por cierto incluye una hermosa canción titulada «Seventh Heaven», de Dreamcatcher.

No es sorprendente que a Kevin algunos medios de comunicación le llamen «lion whisperer» (encantador de leones).

Una prueba más de la importancia de los Paradigmas que aplicamos en nuestro Sistema de Creencias o Esquemas Mentales.

Si en vuestro país no podéis ver el vídeo por motivos de derechos internacionales, podéis intentar buscarlo en Youtube o en Internet con las palabras «lion whisperer». No os perdáis el vídeo. Es tremendamente emocionante.

Carta a los Reyes Magos 2012

Queridos Reyes Magos:

Como todos los niños ya han escrito sus cartas para ustedes, quiero pedir especialmente por los «niños grandes», los adultos . No quiero pedirles nada material. Creo que para conseguir todo lo que queramos, es más importante «tener» otras cosas, o «ser» de una determinada manera o actitud.

Pensando en las bondades de la infancia, pido a Sus Majestades que recuperemos…

… la habilidad que teníamos cuando éramos niños de ilusionarnos con cualquier cosa;

el encanto infantil de las sonrisas de oreja a oreja;

que riamos con facilidad hasta que no podamos más;

el disfrutar de cada momento;

el insistir e insistir cuando no consigamos algo, hasta conseguirlo;

la inocencia necesaria para aceptar retos u oportunidades que una experiencia negativa hace que rechacemos;

la facilidad de hacer amigos y amigas por donde quiera que vayamos;

la facilidad para perdonar de un modo tan auténtico;

el querer tan intensamente a los demás y de forma desinteresada e inocente;

la curiosidad por conocer nuestro mundo, a preguntar y cuestionar sanamente;

la ilusión, la energía, las ganas de hacer cosas…

el querer jugar el juego de la Vida con ganas, energía e ilusión con las personas que queremos, e incluso con las que apenas conocemos.

No he mencionado todo lo bueno que tenemos en esa época de nuestras vidas, pero estoy seguro de que Sus Majestades me han comprendido perfectamente. Saben que me refiero a que, en definitiva, recuperemos lo mejor que teníamos cuando éramos niños y niñas, y que lo sepamos aunar a lo mejor que tenemos como adultos.

Que seamos, por tanto, la mejor versión posible de nosotros mismos.

Muchísimas gracias, Sus Majestades.

¡FELIZ Y PRÓSPERO 2012!

Te deseo que…

superes ideas o paradigmas que te limiten;

sepas perdonar a los demás y a ti mismo cuando sea necesario;

seas consciente de que cada problema esconde una oportunidad;

aprendas a escuchar tu corazón;

seas consciente de lo que tienes  y des gracias por ello;

sepas centrarte en lo que quieres;

disfrutes cada momento;

sepas gestionar tu tiempo;

aproveches las oportunidades;

veas la diferencia entre sacrificio y esfuerzo;

coraje para perseguir tus sueños;

comprensión para los momentos en los que pierdes el rumbo;

llegues a ser la mejor versión de ti;

un trabajo que te llene;

cada día te levantes lleno de entusiasmo;

mañana seas mejor que hoy;

que seas Feliz 🙂

¡FELIZ Y PRÓSPERO 2012!

¿Y los objetivos para el próximo año?

– ¿Podría decirme qué camino debo tomar desde aquí, por favor? – Preguntó Alicia.

– Eso depende en gran medida de dónde quieras llegar. – Respondió el gato de Cheshire.

– No me importa demasiado el lugar. – Contestó Alicia.

– Entonces no importa el camino que tomes. – Replicó el gato.

De «Alicia en el País de las Maravillas».

¡FELIZ NAVIDAD 2011!

Estas entrañables fechas demuestran que…

nos sentimos bien cuando vemos que los demás se sienten bien, o…
los demás se sienten bien cuando ven que nosotros nos sentimos bien.

Como el árbol del paisaje de la foto, hagamos que nuestro entorno gane belleza con nuestra aportación.
Conservemos durante todo el año el espíritu navideño. Aprendamos a dar gracias por lo que tenemos, a disfrutar de ello, y a trabajar por mejorar las cosas. Desde el interior al exterior y no al revés.

Te deseo que disfrutes y saborees cada instante, que elijas disfrutar el presente y trabajar por mejorar tu futuro, y por lo tanto, el de los demás.

¡Qué el espíritu de la Navidad te acompañe todo el año!

¡Un abrazo muy fuerte!

¡Feliz Navidad!