Si no has triunfado, es que no has fracasado suficientes veces.
Fracasar tiene connotaciones negativas. O más bien, se las otorgamos. Se supone que fracasamos cuando no logramos unos objetivos concretos, cuando salen las cosas mal…
Y en realidad, todo fracaso conlleva una bendición, siempre que no nos dejemos arrastrar por el estado de ánimo que provoca el prejuicio o paradigma que indica que «fracasar es malo».
Porque un fracaso en realidad es una forma que tiene la vida, Dios o las circunstancias de decirnos que ese no es el camino, o quizá nos está indicando que la actitud o acciones utilizadas para conseguir un fin, no eran las adecuadas. En definitiva, un fracaso en realidad es algo positivo, porque sirve para identificar por dónde no hay que ir.
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
Charles Dickens
También un fracaso puede significar que tal vez no estamos alineados con lo que deseamos. Nuestra mente quiere una cosa, pero nuestro corazón, desea otra. Estar alineados con lo que realmente queremos es esencial para la consecución de nuestras metas, y es el principal motivo por el cual muchas personas fracasan persiguiendo sus sueños. No logran esos sueños porque no es lo que quieren en realidad.
Para alinearnos con lo que de verdad queremos, hemos de prestar especial atención a lo que sentimos. No podemos crear aquello con lo que no establecemos una coordinación entre mente, espíritu y corazón.
La vida de una persona es más interesante si ha fracasado. Eso indica con toda certeza que trató de superarse.
Los fracasos nos ayudan a desconectarnos de aquello que ya no nos sirve. Los místicos dirían que sirven para deshacer el Karma.
Son también una forma de forzarnos a ver más allá de lo que tenemos delante, de lo que estamos haciendo, nos invita a probar nuevos métodos o a explorar nuevas metas.
Por lo tanto, debemos valorar en positivo los fracasos, y no tenerles miedo: son grandes oportunidades de cambiar a mejor.
Cuando fracases o cuando no logres tu objetivo, presta atención a cómo te sientes, expande tu conciencia, tus expectativas y tus sueños, y fíjate en lo que eres capaz de hacer y a lo que puedes aspirar. Ten en cuenta que es posible que no estés haciendo las cosas bien, o tal vez sí, pero el objetivo que persigues, no es el más adecuado para ti.
Demos gracias por experimentar los fracasos, y utilicemos estas experiencias, que aunque parecen negativas, en el fondo esconden un gran regalo: la oportunidad de aprender y avanzar.
4 comentarios
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Realmente muy interesante, quede centrada en la parte donde dice; «Los fracasos nos ayudan a desconectarnos de aquello que ya no nos sirve. Los místicos dirían que sirven para deshacer el Karma…» Es como un recomenzar sabiendo lo que no deseas nuevamente en tu vida. Concientemente creo que he fracasado muy poco en la vida; y me replanteo ésto o mis metas fueron escasas o siempre he seguido adelante y no lo he vivido como tal.
Autor
Cada persona vive las experiencias, tanto las positivas como las negativas, a su manera, como es lógico.
Yo creo que todo lo que sucede en la Vida, hasta lo que parece «malo», al final es para nuestro bien. Las cosas buenas nos hacen disfrutar, y las malas finalmente se convertirán en algo bueno, ya que nos ayudan a ser más fuertes, a crecer como personas, a evolucionar…
Si has experimentado pocas veces el fracaso, enhorabuena. No creo que eso signifique que hayas tenido muchas o pocas metas. Aunque la verdad es que no importa tanto la cantidad de metas que te hayas fijado en tu vida, sino la calidad de éstas.
Gracias por tu comentario Sandra.
Me quedo con la frase de Thomas Alba Edison: «No he fracasado. He encontrado 1000 soluciones que no funcionan».
Autor
Muy buen apunte, Andrés. Desde luego, Edison fue y es un ejemplo de persistencia y resiliencia.
Este mundo lo mueven los valientes, los visionarios, las personas que persiguen sus sueños… con Determinación, Constancia, Persistencia y sobreponiéndose y aprendiendo de los «fracasos», dejando a un lado lamentos y actitudes negativas, aprovechando esa aparentemente negativa experiencia para conseguir un nuevo y mayor nivel de excelencia.