Un hombre corrió hacia Sócrates mientras gritaba:
— ¡Tengo una noticia para usted!
Sócrates levantó la mano para detener al entusiasmado hombre y le dijo:
— Déjeme hacerle tres preguntas. Dígame, la noticia que quiere contarme, ¿está usted totalmente seguro que es cierta?
— Seguro del todo… No… — Contestó el hombre. – Pero lo escuché de una buena fuente.
— Segunda pregunta: lo que me quiere contar, ¿es sobre alguien que usted conoce personalmente?
— La verdad es que no… — Respondió el hombre. – Pero creo que usted sí conoce a la persona protagonista de lo que le vengo a contar.
— Ya veo. – Dijo Sócrates. — La última pregunta. Esta noticia, ¿es positiva o negativa?
— Negativa. – Contestó el hombre.
— Déjeme ver. – Dijo el sabio Sócrates.
— Usted quiere contarme algo que no sabe realmente que sea cierto, sobre alguien que usted no conoce y que, además, es negativo. No me interesa. Esta noticia no va a aportar nada de valor.
2 comentarios
Cuánto bien haríamos si estuviéramos callados en casos como éste, en vez de correr para difundir la noticia.
Saludos.
Blog ni blanco ni negro.
Una interesante lección del bueno de Sócrates. Hoy la gente está acostumbrada a dar por buena cualquier información sin molestarse en contrastar si lo que está viendo o leyendo es cierto.
Lo mejor es ser críticos con aquello que veamos, oigamos o leamos y sacar nuestras propias conclusiones.