La procrastinación o «dejar para después»

La procrastinación es el hábito de aplazar lo que tenemos que hacer. Para ello, buscamos todo tipo de excusas y acciones sustitutas, comúnmente más placenteras y/o menos exigentes en cuanto a trabajo a realizar.

¿Qué lo provoca?

Hay muchas opiniones y análisis al respecto. La causa más común es la falta de entusiasmo en general o con respecto a la tarea en cuestión, lo cual provoca una ausencia prácticamente total de motivación y energía.

La falta de entusiasmo significa que no estamos conectados con nuestro propósito general o el relacionado con la tarea en concreto. Conociendo nuestro propósito, para conectar con él, hay que… digamos «hacer camino», empezando por, obviamente, el primer paso, el más costoso. Pero hay que hacerlo… Pensar y centrarnos en el objetivo final y en lo bien que nos hará sentir cuando llegamos a conseguirlo, ayudará mucho a que encontremos la energía necesaria para arrancar el motor de la acción. A partir de ahí… por cada paso que demos, será más y más fácil.

«Dejar de procrastinar a partir de mañana».

Un claro ejemplo de procrastinación, la tenemos en la muy típica situación de “comenzaré la dieta el lunes”. Para comenzar de verdad, tal como he explicado antes, ayuda mucho establecer claramente el objetivo, visualizarlo y centrarse en él, lo cual facilitará aguantar el primer día de dieta, lo que nos llevará al soportar mejor el segundo, y mucho mejor el tercero… Cuanto más tiempo mantengamos la actitud y acción a realizar, más fácilmente eludiremos la postergación.

Algunos consejos para evitar la procrastinación:

  • Como ya he comentado, toma conciencia y pon el foco en lo que ganarás cuando termines la tarea en cuestión.
  • No pienses en otras cosas o en preocupaciones. Cada cosa debe tener y tiene su momento.
  • Sé consciente de que si lo retrasas una vez, probablemente lo retrasarás una segunda, una tercera, una cuarta… etc. Y, además,  las consecuencias de postergar lo que tienes que hacer quizá no sólo te perjudique a ti mismo, quizá también perjudiques directa o indirectamente a otras personas.
  • Sepas o no cómo empezar a realizar la tarea, si estableces una organización definida, y concretas el modo de realizar la tarea, será de gran ayuda para evitar la procrastinación. Recuerda que no siempre se puede hacer bien las cosas a la primera, que esto no sirva de excusa para rendirte o postergar lo que has de hacer.
  • Es de gran ayuda realizar la tarea que hasta ahora evitabas, en un entorno que te agrade y en el que tengas accesibles las herramientas necesarias para ello.
  • Utilizar un lenguaje que quite hierro a lo que hay que hacer, también ayuda. Por ejemplo, sustituir “tengo que” por “quiero hacer” y hacer afirmaciones positivas y reales sobre la conveniencia de los resultados de realizar lo antes posible lo que estamos postergando, son una extraordinaria ayuda que nos facilita mucho hacer las cosas en el momento justo.
  • Disfruta todo lo que puedas y celebra cuando alcances el final de la tarea o acción. Y graba bien ese momento de satisfacción en tu memoria. Establece un anclaje en esa positiva y agradable sensación para recordarla cuando tengas que realizar otra cosa, aunque sea totalmente diferente.

Puedes encontrar otras técnicas que ayudan a evitar o superar la procrastinación. Identifica las que funcionen mejor contigo.

Aunque… quizás el quid de la cuestión no sea evitar la procrastinación: en un mundo como éste, existen infinidad de cosas por hacer, pero, obviamente, no podemos realizarlas todas al mismo tiempo.

Así que, tal vez, de lo que se trata es de procrastinar adecuadamente… 😉

4 comentarios

Saltar al formulario de comentarios

    • Ester el martes, 14, junio, 2011 a las 14:56

    Muy buenas:
    En mi caso , en varias ocasiones lo que me hizo procrastinar más que la falta de motivación fue el miedo.
    El..qué pasará? si empiezo este proyecto, y en el caso de que fuera la dieta en mi caso hubiera sido…si hago la dieta y me cuesta mucho perder peso? ,luego vinieron las inseguridades hasta que al final me tiré a la piscina!
    Visualicé el logro de mis objetivos repetidas veces y al principio no notaba cambios, pero la constancia hizo el resto. También noto que es super importante ser positivo.
    Cuanto más trabas se me ponen junto a la procrastinación , no sé si se dice asi, si no es asi, pido disculpas, menos lo dejo pasar y más ganas me dan de ir a por ello cuanto antes.
    Espero que el miedo poco a poco haya ido pasando a un segundo o tercer plano…pero está ahi….listo para atacar
    Un saludo y un abrazo muy fuerte.

    1. Tienes razón Ester. Como he comentado en mi artículo, hay varias causas. Yo me he centrado en la que creo más importante, la razón de procrastinación más fuerte, seguramente.

      En cualquier caso, si profundizamos, podríamos llegar a la conclusión de que el miedo en general es limitante. A mi entender, también se podría interpretar como una desconexión de nuestro «yo», de nuestro propósito, porque si tenemos confianza plena en lo que queremos hacer o confianza plena en nuestro propósito, no debe hacer acto de presencia el miedo.

      El miedo es un motivador negativo por excelencia. El elemento motivador positivo por excelencia, es el placer.

      El miedo es la anticipación del dolor. Por ello en ocasiones debemos ser valientes, esto es, actuar, atrevernos a hacer las cosas a pesar del miedo. Conectar con nuestro propósito, como comentaba antes, puede ser determinante.

      Enhorabuena por tus victorias a pesar el miedo 😉

      ¡Gracias por compartir tu experiencia Ester! Otro abrazo muy fuerte para ti.

    • andran el domingo, 5, junio, 2011 a las 1:20

    Yo creo que la procrastinacion radica en nuestro subconsciente. Me explico: por un lado en la parte consciente de nuestro cerebro está el deseo de hacer algo y por otro lado en nuestra parte inconsciente existe un miedo o rechazo a ejecutar esa misma acción.
    Por ejemplo la parte consciente te dice que estás gordo y que tienes que ponerte a dieta. Lo sabes y quieres ponerte lo antes posible. Por otro lado la parte inconsciente siempre encuentra la forma de aplazar el día en que vas a comenzar.

    Estoy de acuerdo contigo en que lo mejor en esos casos es tomar la decisión cuanto antes y lanzarse sin pensarlo mucho. Lo más dificil, como tu dices es dar el primer paso, una vez dado este los demás van viniendo por si solos, y el resultado siempre suele ser satisfactorio porque hemos nos hemos conseguido vencer a nuestro «yo» más desconocido.

    1. Hay más de una razón que nos hace procrastinar. Yo sólo he nombrado la causa que creo más común y más importante, aunque hay que tener en cuenta qué tipo de tarea estamos postergando; por ejemplo, no es lo mismo querer dejar de fumar, dejar para el último momento un trabajo de la oficina o estudiar una carrera.

      Existen teorías interesantes sobre las causas de la procrastinación. Hay una que me llama la atención especialmente, y es la llamada «teoría de la adrenalina», que asegura que el motivo de que procrastinemos en cierto tipo de actividades es que hay personas que necesitan o gustan de sentirse estresadas, ya sea consciente o inconscientemente, y dejar para el final las cosas o con escaso tiempo para realizarlas, les provoca un subidón de adrenalina y disfrutan de ello, les hace sentirse «vivas».

      Lo que apuntas del subconsciente es interesante. Todo lo que pensamos y hacemos, está muy inflenciado por el subconsciente, o por razones de las que éramos muy conscientes pero que con el paso del tiempo, por obvias, se han trasladado de nuestra memoria consciente al subconsciente, pero sigue afectándonos prácticamente igual.

Los comentarios han sido desactivados.